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miércoles, 18 de diciembre de 2013

La historia de nuestra empresa

Queremos agradecer a Irene del Diario de Triana por la entrevista tan bonita que le hizo a mi abuelo y fundador de nuestra empresa, os dejamos algunos trazos por aqui y si os da la curiosidad de saber algo mas sobre nosotros os dejo el enlace
http://www.eldiariodetriana.es/blog/martin-flores-sl/


"Este negocio  familiar lleva en pie desde el año 1948 cuando lo fundó don José Flores Ponce junto con doña Carmen Martín, una tía de su mujer.
José, que era orfebre, quería casarse pero no tenía suficiente dinero. Carmen, una señora viuda, tía de la que era su novia por aquel entonces, le propuso montar un negocio con el que sacar dinerito para poder casarse. Tenía 18 años y aunque trabajaba en un taller, entre los dos empezaron el negocio vendiendo especias, paños de cocina y aljofifas (“aquellas balletas con que las mujeres limpiaban el suelo tiradas de rodillas”). Tras salir de su trabajo, se dedicaba al negocio.
Al poco le ofrecieron la representación de bolsas de papel,  de modo que cuando iba a repartir su género ofrecía también las bolsas de papel a los clientes.
Ocurrió que hubo un cliente con un negocio de semillería, que le dejó de pagar. En aquel entonces  en las semillerías se vendían chuches además de semillas y especias. Él iba todas las semanas a cobrar lo que pudiera y observaba. De entre las chuches, le llamó la atención unos cigarritos que venían en paquetes de 3: “cigarritos de matalahúva” que se los fumaban los muchachillos ya que, en aquella época en que no había de nada, decían que sabían a anís. Pensó que quizás él podría hacerlos y empezó a moverse y a tantear el terreno.
Por un malentendido un día se vio en su casa  con unos pocos de sacos de paja de anís que no había donde meterlos. De modo que ya que estaban allí, tenía que hacer algo.
Dio con una tal Manuela, una cigarrera de Triana jubilada que vivía en un corral de vecinos de los muchos que había en el barrio en aquellos años, ¡que no vea cómo hacia los cigarros!, y le propuso hacer los cigarritos. Por ésta vinieron otras cigarreras de Triana jubiladas a pedir trabajo de liar los cigarritos de matalahúva . Y por éstas, vinieron otras de Triana y de Sevilla a pedir trabajo haciendo cigarritos.
Cuando aquellos cigarritos comenzaron a “pasarse de moda”idearon las galletitas con sorpresas: dos galletitas (las de helado) juntas con un palito  a modo de piruleta; le metían una sorpresita (como cucharitas, cromos, anillas) y las liaban con papeles de colores.
Con esto ocurrió como con los cigarritos, que empleó a muchas de las mujeres de los corrales de vecinos. Les daba el material y pagaba por el trabajo hecho; Y él vendía el producto que elaboraba a los mayoristas de Triana y Sevilla que entregaba él mismo. Era muy característico verle con su triciclo de carga llevando los pedidos a los clientes.
Despues idearon elaborar canutos de harina de algarroba, -que era la harina que se usaba para dar de comer a los niños-, ¡que entonces había una jartá hambre! Y con esto igual que con las otras cosas, empleó a las gentes de los corrales. Él les explicaba lo que había que hacer, les dejaba el material y pagaba por el trabajo hecho.
Más adelante, se le ocurrió vender los fotogramas de las películas que cortaban ellos mismos y empaquetaban por grupitos, o los programas de las películas pasadas que enrollaban y fijaban con unas anillas… Era otra época.
A los 32 años dejó el taller de orfebrería y se dedicó sólo al negocio.
Introdujo los chicles, los monitos saltarines, y todas las baratijas que le ofrecían y veía que tenían salida.
Se podrían escribir páginas enteras con las anécdotas y experiencias de este comerciante, pero lo más destacable es que este hombre se lanzó a hacer algo  aunque los tiempos eran muy difíciles para emprender “porque no había de nada”
Mucha gente del barrio le recuerda con cariño porque daba trabajo no sólo a las cigarreras, sino a la gente de los corrales de vecinos en unos momentos especialmente difíciles para la  gente de la época.
Muchos trianeros de la diáspora, aquellos que tuvieron que salir del barrio cuando se echaron abajo las casas de vecinos, se acercan aun hoy día para saludarlo.
Martín Flores es el mayorista de golosinas más antiguo de España."
¡EL ABUELO, JOSÉ FLORES!



1 comentario:

  1. Hombre trabajador, luchador, ejemplo para este futuro que no muestra muchas posibilidades, maestro de innovación emprendedora en tiempos difíciles, que pena que no exista en la actualidad esa pasión en la actualidad y se cree empleo como lo hicistes tu...

    Un abrazo tito.
    Francisco tu sobrino.

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